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Riley, una niña de 11 años de edad, amante del hockey y nativa del Medio Oeste de los Estados Unidos, cuya vida es mayormente feliz hasta que su familia se muda a la gran y amenazante ciudad de San Francisco. Sus emociones, lideradas por la enérgica Alegría, se ponen en marcha, ansiosas por ayudar y guiar a Riley a través de esta difícil transición. Pero pese a que la vida de Riley es lo que da propósito a sus emociones, los realizadores afirman que INTENSA-MENTE no es realmente la historia de Riley. Es una historia sobre las emociones que viven dentro de la cabecita de Riley.

Es allí cuando conocemos a su emoción más común: Alegría –quien vibra y brilla (literalmente), rebosante de optimismo- para afrontar la siempre compleja tarea de criar a Riley, metafóricamente hablando, junto con otras cuatro emociones que contribuyen con sus especiales perspectivas. Temor está a cargo de la seguridad, Furia se asegura de que todo sea justo y Desagrado previene a Riley de intoxicarse, tanto física como socialmente. Tristeza no está muy segura de cuál es su rol, y sus esfuerzos por involucrarse más en la vida de Riley no son exactamente bienvenidos por Alegría. “Alegría ha estado allí por más tiempo; Riley nació siendo feliz”, pero la mudanza a otra ciudad realmente pone molesta a Riley y Alegría descubre que ella tiene ahora ‘menos tiempo al volante’, por así decirlo. Ella no puede permitir que Tristeza estropee todo el arduo trabajo que ella ha hecho en los últimos años”.

La relación entre Alegría y Tristeza conforma la raíz de la trama, y cuando ambas son involuntariamente arrastradas a los confines de la mente de Riley –Imaginalandia, Producciones de Ensueño, Memoria a Largo Plazo- se genera una gran agitación en el Cuartel General.